Cuando iba en el colegio secretamente pensaba estudiar gastronomía, me parecía interesante aprender a cocinar rico, los montajes, las técnicas de cocina. No era mi única opción de estudio, el problema es que tenía muchas cosas en mi cabeza y si lo pienso bien, aun las tengo. Creo que no me equivoqué en estudiar lo que quería, lo pasé muy bien salvo por las pruebas que retorcían mi estomago. Todo iba muy bien hasta que comencé a caer en malos trabajos, los empresarios solo piensan en ganar ellos a costa de explotar al personal, abaratar costos comprando la peor materia prima, trabajar días festivos, y así un montón de cosas que me tienen desilusionada de esta carrera infernal, competitiva, todos quieren ser chef, pasan a llevar a todos, y lo peor el cliente no importa. Vieran las cosas que se dicen en una cocina...el cocinero no sabe a quién le cocina, por lo tanto no hay amor al momento de preparar un plato. El cocinero pierde la noción del tiempo encerrado en lugares que ni ventanas tienen, te mueves entre los refrigeradores y el infierno de las cocinas. Los garzones se creen tus jefes, te presionan y presionan apurando los pedidos.
Me gusta cocinar, pero bajo buenas condiciones y con cariño. Viendo este vídeo me doy cuenta lo hermoso que puede ser, pero solo es un hermoso video muy lejano a la realidad de una cocina de restorán u hotel; cuánto se pierde en una cocina.
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